sábado, 3 de abril de 2010

Publicidad y mentira

Wayne Mclaren el cowboy de los famosos anuncios de Marlboro murió de cáncer de pulmón a los 52 años. 25 años menos que la esperanza de vida para Estados Unidos.

No soy quién para decirle a la gente lo que tiene que hacer, leer, comprar o dejar de comprar, pero me gustaría que la publicidad no estuviera llena de mentiras. A todo el mundo le sugiero que durante algún tiempo mire la publicidad de la televisión sin sonido, y los carteles sin leer el texto que los acompaña, y que intente asociar lo que ve con lo que se anuncia. Semejante ejercicio nos lleva a ver gente bailando cuando friega el suelo, jóvenes que están mas guapos que nunca por tomar un zumo embotellado con un 6% de fruta y tipejos acompañados por bellísimas modelos al salir de un concesionario... hay que reconocerlo no todo en la publicidad es mentira, pero la mayor parte apesta.

Pero como es tan habitual en gente de mi generación, sobretodo en gente educada por padres tan bienintencionados como los míos, tiendo a la fatal arrogancia, a creerme que soy el único que entiende los anuncios y que debería ser yo quien los censurara, para proteger a toda esa gente que no sabe que les están engañando porque la lejía no enseña a bailar, los coches no dan seguridad en uno mismo, no conquistan mujeres (las mujeres interesantes no se dejan conquistar por uno, ni por cien coches) y las cafeteras modernas no traen a hombres seductores, sólo hacen café, que ensucia los dientes y altera el ritmo cardíaco. Por suerte mi buen amigo Manuel, ya hace muchos años que me enseño que cada uno sabe lo que lee, lo que compra y a quien cree... creo que aunque es cierto que no soy quien para enseñar a nadie a quien debe creer, que debe comprar o que anuncios debe o no ver... pero también es cierto que creer que todo el mundo sabe lo que lee , lo que ve en la televisión, o que conoce las intenciones de quien le vende algo, es como poco tender a la inocencia.

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